sábado, 10 de abril de 2010

EL TIEMPO...

El jueves 08 de abril, el Lic. Sergio Morataya publicó su más reciente obra titulada EL TIEMPO. Tuvo lugar en el Auditorio del Centro Cultural Luis Cardoza y Aragón de la Embajada de México.

La presentación contó con la presencia de estudiantes de Ciencias de La Comunicación, de la prensa y varios invitados. Se inició a las 6:30 horas, dando las palabras de bienvenida el Lic. Carlos Vásquez, quien hizo una pequeña reseña del día 08 en el calendario Maya, el día Nahual E, que significa día sagrado. También dió a conocer la biografía del Autor del poemario: Pablo Moraga, para dar por iniciado tan solemne acto.

Momentos despúes la Licda. Sandra López, Directora del Auditorio Luis Cardoza y Aragón dió sus palabras de bienvenida al público. Después se interpretaron poesías hechas canciones, con el talento del Lic. César Dávila, quién no solamente interpretó dichas melodías sino que es el autor de la música, para hacerla arte. Lo acompañaban dos personas más, en percusiones Hugo Morán, quién además de tocar los tambores, también nos deleito con panteretas y unos como caracoles que colgaban, que al tocarlos radiaba un sonido indescriptible, también utilizó una caja de madera que también tocaba, todo lo hacía al compás del sonido de un reloj.

En el chelo, lo acompañó el señor Julio Flores, quién le daba el sonido perfecto a tan maravillosas letras, tocando su guitarra. Su sonido era espectacular, y la voz del señor Dávila encajaba perfectamente a la letra de la poesía, hasta la piel se me ponía eriza, nunca había experimentado un arte así.

El trío vestía ropa obscura y animaron al público con su presentación. Las poesías eran del escritor Humberto Caal. Depués el Lic. Carlos Vásquez presentó al locutor profesional Javier Peralta, quién nos deleitó con su extraordinaria voz, leyendo cada palabra, cada línea con gran naturalidad el poemario que escribió Pablo Moraga.

El tiempo, me recordó mi infancia, cuando jugábamos con los niños vecinos y sentíamos que la tarde era eterna, y que quería ser grande, no niña, pero ahora quisiera ser niña y no adulta. Me recordó tantas cosas bonitas de la niñez, que me sentía melancólica pero al mismo tiempo feliz.

Gracias al talento de mucha gente nos podemos sentir bien y olvidarnos de los problemas que nos rodean. Al concluir su participación leyendo el poemario se le entregó un reconocimiento al escritor Moraga, y fué Rosa María Taca, mujer maya Quiché quien se lo dió. Después de esto Pablo Moraga dió algunos agradecimientos y le dedicó su obra a su hijo Pablo. También a la Maestra Ana María Y al escritor Miguel Hernández.

Finalmente se compartió con el público presente una copa de vino para celebrar tan maravilloso evento, en dónde sobresalió el talento, el carisma y la simpatía de los participantes.